Alex Esquivel / Grupo Periodístico de Michoacán
Diariamente, alrededor de mil 800 estudiantes de bachillerato abandonan la escuela, principalmente en el primer semestre, según datos de la Encuesta Nacional de Deserción 2012.
La cifra, por sí misma grave, se complica aún más al corroborar que en el 2019, la situación sigue prácticamente igual y, peor aún, en algunos casos incluso peor.
De acuerdo a informes y estadísticas consultados, «En los primeros 20 días hábiles se va el 60% de los que abandonan el bachillerato. «Una de las causas principales es que muchos estudiantes no le entienden al maestro, y cuando no entiendes, te aburres, y si lees un libro y no entiendes lo que dice, te aburre. Y encuentran una justificación para irse de la escuela y terminan por abandonarla».
Además, los jóvenes llegan al bachillerato prácticamente sin saber leer. “Llegan con una comprensión lectora equivalente a la de un niño de sexto de primaria y se enfrentan a disciplinas mucho más complejas, a libros de texto que están fuera de su alcance en términos de comprensión lectora», coinciden al señalar los entrevistados
Indicadores oficiales establecen que el 61% de los desertores abandonan sus estudios en el primer año, 26% en el segundo y 13% en el tercero. Queda claro que los jóvenes no le encuentran sentido a la escuela. Les aburre. «Lo que está detrás de eso es la falta de capacidades académicas para enfrentar el bachillerato, por parte de los alumnos y de la escuela que no responde a las necesidades de los jóvenes, pero, sobre todo, a los maestros que no tienen capacidades pedagógicas suficientes».
De acuerdo a los resultados de la Prueba PISA del 2013, el 40% de los jóvenes (de 15 años) están por debajo del nivel dos, es decir no tienen capacidad para seguir aprendiendo; y no tienen capacidad de leer discursos complejos, de entender el propósito de un artículo, no saben cómo buscar información, identificarla y relacionarla o hacer inferencias.
Además, hay otro 40% que está en el nivel 2, es decir, en el básico, tampoco tienen capacidad para comprender los contenidos del bachillerato, pues no están preparados para ello. Frente a esta problemática, en la que la figura del maestro es fundamental, especialmente por lo que a su perfil pedagógico se refiere, prácticamente ninguna escuela hace nada por detener el abandono escolar y el gobierno federal, por lo visto hasta el momento, menos aún.