Nueva Italia, Mpio. de Múgica, Mich., a 6 de enero de 2020.-Más de 3 mil 500 niños y niñas de esta población fueron agasajados por el presidente municipal, Raymundo Arreola Ortega, quien en sus manos les entregó un juguete al momento de que entraron a la Unidad Deportiva “Rosendo Arnáiz”, sitio en donde se les festejó el Día de Reyes.
Acompañaron al alcalde mugiquense síndico, regidores, así como la tesorera municipal, quienes con una sonrisa entregaron a cada niño un presente al momento de ingresar a la Unidad Deportiva, para luego recibir de trabajadores del gobierno local un helado de sabor y una agua fresca, lo que representó para los pequeños el inicio de un día inolvidable.
Ya con el graderío atestado de niños y sus papás, inició el espectáculo, donde en primera instancia el alcalde Arreola Ortega les deseó lo mejor para este año 2020, a la vez que los invitó a ser obedientes con sus progenitores, además de ser buenos estudiantes, “porque ustedes son el futuro que nuestro municipio necesita”, les dijo.
Enseguida, acompañado de la tesorera municipal, síndico y regidores, ofreció dos obsequios especiales a las dos primeras personas que llegaron al evento, cuya dicha recayó en dos pequeños con capacidades diferentes, lo que provocó el llanto de una de las mamás, pues recibieron de los funcionarios municipales una carriola en la cual cada madre de familia podrá trasladar a su bebé.
Luego vino un espectáculo con payasos que arrancó la sonrisa de todos los presentes, además de rifas de triciclos, bicicletas, balones, entre muchos regalos más, lo cual mantuvo a los niños y niñas en un constante suspenso, el cual se diluía en la medida que se hacían acreedores a un regalo, mismo que les arrancaba una sonrisa de felicidad y alegría.
Así fue el festejo del Día de Reyes, el cual cerró con la tradicional partida de rosca, la cual debido a su gran volumen permitió que todos los que asistieron este día a la Unidad Deportiva gozaran de un rico pedazo de este tradicional pan, el cual representa para los cristianos el círculo infinito del amor a Dios, ya que no tiene ni principio ni fin.